Envíado por Martin, este es un maravilloso disco del duo de hermanos brasileños de una tribu nordestina. Este es el texto de la contratapa:
Los Indios Tabajaras están muy lejos, tanto en tiempo como en distancia, de sus nativas selvas brasileñas.Sin embargo, al pulsar sus guitarras, nos hacen recordar una época, que rápidamente se esfuma, en la que la gente de vivir pausado y de una cultura sin complicaciones, gozaba plácidamente de la belleza natural y la riqueza espiritual que ésta le brindaba.
Atrae especialmente a estos hermanos indios el placer profundo y el encanto del sonido puro y melódico, un encanto que los ha llevado a la fama mundial por su don de hacer hermosa música, de la música hermosa. Y el milagro está en las combinaciones tonales, sensibles y exóticas, y de la profundidad casi orquestal que emana de solo dos guitarras.
Vano sería intentar rotular o clasificar la música de estos artistas. Es única -tanto por su estilo sencillo a la vez que inspirado como por esa habilidad misteriosa de Los Indios de hallar y hacer realzar !a belleza oculta en hasta la más conocidas de las canciones. Se revela siempre la naturaleza estética de su música en la forma en que dilatan una nota, cambian de compás, suavemente seducen toda la delicadeza de cada sonido musical. El resultado es pura belleza, en la que predomina siempre la melodía. Interpretando números populares o clásicos, o como en este disco, las hermosas canciones de siempre. Los Indios no necesitan de "adornos". Con solo un fondo sutil de ritmo llegan al corazón de la melodía, siempre excitables, a la vez que reposados, siempre reflejando con una claridad e individualidad extraordinarios el encanto que encierra cada canción.
La evidencia está en lo que escucha, en forma relajada, contemplativa y sin apuro, la única manera de poder verdaderamente apreciar la música hermosa de artistas de talento.
La caricia sedosa de sus guitarras resalta en las interpretaciones suaves y dulces de Los Indios de "Haz Creer", "A Quién Puedo Acudir", "La Canción se Terminó" y "La Mer", este último¡ un clásico que es todo un terciopelo.
Pero cuando el ritmo cambia a lo movedizo y marcado, ahí están Los Indios, siempre acentuando en todo momento la melodía. Escuche usted su interpretación extraordinaria de "Débiles y Poderosos", la rendición inspirada de "Duerme" con un toque de sazón latino, el rítmico y suave compás de "El Tema del Tercer Hombre" y Según Pasan los Años". Acelerada o lenta, triste o picaresca. la música de Los Indios siempre es melódica e inspirada.
Es música para seguir tocando y escuchando sin cansancio, sin hartarse, la que invita a ser repetida una y mil veces. Y en esta época de la música sofisticada, esa simplicidad y belleza básica de las interpretaciones de Los Indios Trabajaras crea un deseo, que bien puede convertirse en costumbre de escucharlos más y más. HAROLD RUSTEN
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